Sueña, cree y hazlo realidad.

Todos llegamos al mundo con un don y poco a poco vamos definiendo sueños por cumplir. Propósitos que lograremos hacer realidad si nos enfocamos en ellos y si no dudamos de nuestras capacidades. ¿Cómo estoy segura de esto? Les doy un ejemplo. ¿Han pensado en esos sueños que tenían cuando estaban pequeños? ¿Se han puesto a pensar que su mente no tenía límites? Los invito a viajar a su niño interior y a recordar cómo se sentía soñar en grande, sin inseguridades y sin excusas. Cuando chiquitos nunca pensábamos si éramos capaces o no, jamás estábamos pendientes de la opinión de los demás, sencillamente éramos nosotros mismos y dejábamos nuestro corazón hablar. Por eso nos paseábamos por la vida siendo alegres, estando tranquilos, sin complicaciones ni prejuicios.

Ahora que crecimos, comenzamos a dejarnos llevar por el qué dirán y muchas veces por temor a errar aplazamos los proyectos que amamos con toda nuestra alma. Esto es lo peor que podemos hacer, porque estamos limitando nuestro ser y no estamos dejando brillar nuestra luz interior.

Ha llegado el momento de ser conscientes de que la mente tiene poder y de volver a soñar como cuando éramos niños. Si realmente queremos algo, luchemos por ello. Si queremos lograr nuestras metas debemos trabajar día a día para lograrlas y jamás rendirnos. Una persona que quiero mucho me dijo una vez “todo sucede en el momento perfecto, ni antes ni después” y con el paso de los días he descubierto que esta frase es muy cierta. La vida tiene sus tiempos, por eso si creemos en nosotros, en nuestras habilidades y si confiamos en las señales que nos envía el universo, los deseos de nuestro corazón se irán cumpliendo poco a poco… en el momento justo y perfecto.

Por favor nunca le demos a nada ni a nadie el poder de cambiar nuestra esencia o de afectar nuestro amor propio. Amémonos, cuidemos nuestra paz interior y dejemos que la luz de la alegría entre a nuestras vidas. Y lo más importante: nunca permitamos que nos digan que no podemos lograr nuestros sueños. Y si esto llega a suceder volteémonos y digámosle a esa persona tóxica: mira como los hago realidad.

No olvidemos que somos lo que pensamos y que por esta razón debemos producir permanentemente pensamientos de amor y de éxito, esto con el fin de que lleguen a nuestras vidas los resultados que tanto anhelamos. Vibremos en positivo, brillemos con luz propia y hagamos que nuestros sueños se conviertan en realidad.

PS: Que el poder de los unicornios los acompañe en este lindo camino hacia la plenitud verdadera.

Stéphanie Przychodny Soto.