Año nuevo, mente nueva.
- spsblog
- 4 janv. 2018
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Llegó el 2018, un nuevo año que representa para muchos de nosotros la oportunidad de cumplir metas y propósitos. En redes sociales he podido notar la gran cantidad de publicaciones en las cuales las personas prometen ser flacas, tener más dinero, más trabajo, más reconocimientos… Y esto me ha puesto a pensar que las prioridades del ser humano están muy erradas. Es cierto que la apariencia física, el dinero y los éxitos económicos y profesionales son importantes, pero me pregunto a qué punto debemos centrarnos sólo en estos aspectos.
La vida y la felicidad van mucho más allá de un qué dirán, de mucho dinero en una cuenta bancaria o de una promoción laboral. Sin embargo debido a que estas son las prioridades de hoy en día, los seres humanos a veces nos sentimos vacíos porque creemos que si no seguimos estos estándares sociales somos unos “buenos para nada” o “menos buenos” que x o y persona que admiramos en redes sociales por sus riquezas y por su “vida perfecta”.
Deberíamos ver más allá de las apariencias y enfocarnos en nuestra verdadera plenitud. Pedir en vez de dinero más amor, en vez de éxitos mayor felicidad, en vez de promociones laborales más tiempo para estar con los que más amamos y en vez de estar flacos estar sanos. Nos pasamos la vida persiguiendo ideales sociales razón por la cual olvidamos nuestra esencia, lo que realmente nos hace felices y lo que de verdad nos alimenta el alma.
Por eso para el 2018 les quiero desear sonrisas de esas que hacen llorar, ilusiones cumplidas, momentos con las personas más importantes de sus vidas, bienes espirituales y no materiales. Quiero desearles que canten la canción que más aman y que bailen como si nadie los estuviera viendo, que lean libros que los llenen de emoción y alegría, que viajen, que aprendan y que sonrían. Que respiren valorando la vida, que abracen fuerte y que se animen a luchar por esos sueños que los acompañan día a día. Que pidan con el corazón y no con la mente, que coman lo que más quieran sin tener miedo a engordar, que hagan ejercicio con entusiasmo más no con un sentimiento de obligación y que tengan tiempo para ustedes. Les quiero desear alegría de esa que hace vibrar cada milímetro del cuerpo, emociones que les alegren el corazón, mucha unión familiar, infinita amistad y amores eternos.
Este año espero que dejemos de pensar en lo que todo el mundo quiere y nos centremos en lo que nosotros queremos, para que los anhelos de nuestro corazón sean los que gobiernen la realidad. El dinero, los bienes materiales y la apariencia física deben ser elementos que se añadan a nuestra paz y amor interior, más no deben ser nuestro eje central de vida. Recuerden que el universo escucha a los que aman, piensan y sueñan con todo su corazón. Amemos, amemos la vida, amemos a los demás y veamos la vida color de rosa (o del color que quieran)…. ¡Pero seamos felices!
Stéphanie Przychodny Soto.

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