Selfies, selfies y más selfies.

En nuestros días, una moda ha llegado. La maravillosa moda de las selfies, o para ser más breves la moda de las auto fotos poco naturales. Debo aceptar, aunque me dé pena, que yo soy una de las sumadas a esa moda. Como mujeres sentimos la necesidad e mostrar el #outfit del día, el #maquillaje del día, la #duckface pintoreteada, la cara de asombro... Puedo continuar enumerando miles de razones por las cuales nos tomamos selfies y creo que no terminaría nunca.

No podría definir si esta moda es algo para mejorar nuestra autoestima o para sentir que estamos dejando un rastro en el mundo. La verdad después de mucho analizarlo no he logrado definirlo.

Tras haber hecho esta pequeña introducción sobre la maravillosa moda de las selfies, voy a compartir mi punto de vista sobre la forma equivocada de utilizar las selfies. Creo que las personas que introdujeron a la sociedad las fotografías y que se centraban tanto en el “décor”, la belleza del espacio o la naturalidad de las fotos, se darían latigazos viendo esas selfies extremas que están rodando por las redes sociales.

A continuación dividiré por categorías las maravillosas selfies de las cuales he sido testigo en los espacios públicos:

La selfie en el baño público: esta maravillosa selfie es tomada generalmente en los baños de los centros comerciales. Aún es un misterio como esas mujeres se miran al espejo realizando posiciones dignas de un contorsionista con el fin de relevar sus atributos “naturales”. La duckface o el inflado de labio no puede faltar en esta selfie y mucho menos el maquillaje excesivo y la camisa ombliguera.

La selfie en el teatro: este tipo de selfie me aterra, me provoca arrancarme las canas que aún no me han salido. Como es que se toman fotos “mirando al horizonte” en un teatro. Además lo más grave es que el discurso anterior a la foto es el siguiente: amiga voy a tomarme una foto como si estuviera concentrada mirando la obra”. Por amor a los unicornios mujeres y hombres, limítense a comportarse dignamente en un escenario cultural.

La selfie en el cine: esta es la ganadora. Selfie con la gafa 3D, selfie dándose besitos con crispetas en la boca o casi empalándose con el pitillo de la gaseosa (lo he dicho no se ve sexy, supérenlo por favor). Por favor atragántese con ese crispeta, mire la película y no haga el ridículo. Este tipo de selfie viene acompañada de un cometario: “en el Cine tal, viendo tal, con tal” (carita muy feliz, estoy emocionado). Cuando veo ese tipo de posts me pregunto: ¿si está tan emocionado viendo la película, por qué se pone a escribir y a tomarse fotos un poco salidas de tono?

La selfie “al natural”: este tipo de selfie es tomada por las mujeres que escriben #alnatural pero que en realidad parecen que una crayola les atacó la cara. Mujeres que se inspiraron de tutoriales de maquillaje dados por el Joker de Batman se pavonean en las redes sociales con sus falsos discursos creyendo que no se les nota. Niñas si necesitan maquillaje para verse muy lindas por favor no mientan, que maquillaje que se respete se nota y marca la diferencia. Si no se notara que estamos maquilladas no nos maquillaríamos, entonces por favor no se mientan a sí mismas.

Las selfies “Pechugonas” o “Nalgonas”: la idea de una selfie es enfocar la atención en el rostro de una persona, en sus expresiones, pero las mujeres se han encargado de direccionar la mirada a zonas un poco más provocativas. Contraen los brazos para agrandar sus senos o estando acostadas asoman la cola por encima de la espalda de una manera que aún es misteriosa para mí. Sí misteriosa, pienso que si hago esa pose primero me dislocaría la cadera.

Foto del #gym o #entrenando : este tipo de selfie es tomada por hombre apretando los brazos después de haberse tomado un kilo de proteína y de haber levantado pesas durante 10 minutos seguidos. O por una mujer con la camisa más ombliguera para donde y casi morada de tanto sumirse. Lo más grave, es que a las mujeres y a los hombres nos gusta eso, les damos like y les inflamos su balón del ego. Y después de hacerlo nos quejamos porque son muy gomelos o gomelas. No les hagamos ese mal, si los ignoramos algún día esta moda de foto de un brazo o de un glúteo andante desaparecerá.

La foto #RecienLevantadito/a: ustedes creen que yo recién levantada estoy de ánimo para tomarme una foto. La lagaña sale a saludar en este tipo de selfie, es la protagonista de la foto. Por favor ya tenemos suficiente con vernos en un espejo recién levantados con la baba cristalizada, no hay necesidad de publicar más de esos engendros en las redes sociales.

La foto comiendo: si estás comiendo limítate a comer por favor. Ese tipo de selfie con el tenedor casi en la boca me aterroriza. ¡Eso es tener mucha puntería y coordinación! Piénsenlo: con una mano tiene el tenedor, con la otra aprieta el botón, hace cara bonita a la vez y además muerde la comida. ¡Esto es arte gente, esto es arte!

Creo que estas son las selfies que más me han alarmado. La verdad soy una mujer amante de las fotos no puedo negarlo, pero también no puedo negar que me paniquea ver mujeres y hombres sumados a esta moda. Por favor sociedad, hay ciertas fotos que no queremos ver. O bueno la verdad pensándolo bien sí. La verdad nos divierten, a algunos les encantará seguir mujeres voluptuosas en instragram sacando sus pechugas en vestido de baño y a otras les fascinará ver hombre pechi desnudos apretando músculo.

Igualmente, debo aceptar que a nosotras las mujeres nos encanta ver este tipo de fotos para después criticar o reírnos un poco, o para enviarle las fotos de los “manes buenos” a la amiga degenerada del grupo (porque siempre hay una). La selfies nos alarman, nos inspiran o nos divierten. Como diría mi abuela: entre gustos no hay disgustos.Y en nuestros días yo diría lo siguiente: para cada persona hay un tipo de selfie.

Ahora cuéntame, ¿Cuál es tu tipo de selfie?

Stéphanie Przychodny Soto.

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